Como sabemos, los tres tipos de gasoleo existentes en el mercado son conocidos popularmente como gasoil de transporte (A), gasoil agrícola (B) y gasoil para calefacción (C), y el precio de cada uno de ellos viene determinado por el uso, no por las diferencias en su composición.
De esta forma, el gasoil de transporte -utilizado para toda clase de vehículos que puedan circular por vías públicas – tiene un tipo impositivo mayor que el gasoil agrícola y el gasoleo de calefacción y, por lo tanto, tiene un precio más alto. Esta menor carga fiscal provoca que muchas personas sucumban a la tentación de usar el gasóleo bonificado como carburante para calefacción en aparatos no permitidos por la ley.
Así, no es extraño ver casos en los que un particular pone gasoil de tipo B o C a su coche tras haber leído en foros que es una práctica habitual y poco penalizada, o casos de agricultores que abastecen los coches de toda su familia con el gasoil bonificado de su maquinaria agrícola. Ciertamente, éste es un uso extendido y muy debatido en los foros de internet.
Sin embargo, mucha gente no sabe que la ley prevé sanciones de hasta 12.000 euros por el uso indebido de gasóleo bonificado. Además, incurrir en este tipo de fraude de forma reiterada puede terminar con la incautación del vehículo del infractor.
Por eso, te recomendamos un uso adecuado del gasoil agrícola y el gasoil de calefacción. Recuerda que la normativa establece claramente aquellos aparatos en los que no es permitido su utilización: vehículos que hayan sido autorizados para circular por vías y terrenos públicos, vehículos que sean susceptibles de ser autorizados para circular por vías y terrenos públicos, y buques y embarcaciones de recreo.
Fuente: www.gasoilalmejorprecio.com
Tags: calefacción, gasóleo
POR COGAS EN NOTICIAS EL 11 JUNIO, 2015